Padre, hermano, amigo, esposo,
hijo, poeta y soldado,
escrito, hablado o actuado
nos transmites presuroso
un legado tan sabroso
que no vamos a olvidar,
y hoy queremos celebrar
uno a uno los ochenta
que con gracia de cuarenta
nos supiste regalar.

Lejos sólo en la distancia,
siempre cerca el corazón;
el cariño en abundancia
hace fácil nuestra unión.

Un gran beso y mil abrazos
con mucho amor te enviamos;
tus Ochenta cañonazos,
Cielo y Tierra, celebramos.