Creo conocer buenas y malas persona con fe en Dios, también conozco buenas y malas personas sin fe en Dios; solo es un tema de credibilidad o de incredibilidad; lo cual, es totalmente involuntario y no debería generar responsabilidad alguna. En el fondo todos estamos entre los dos extremos, o sea dudamos mucho, algo, poco o nada.

 

Trataré de aquí en adelante mostrar información y conceptos que he resumido de varios libros, escritos con diferentes opiniones, de grandes pensadores o historiadores, para que el lector pueda sacar sus propias conclusiones.

 

Sócrates enseñó durante cuarenta años; Platón, cincuenta; Aristóteles, cuarenta y Jesús, sólo tres. Sin embargo, esos tres años sobrepasan infinitamente en influencia a los ciento treinta años unidos de Sócrates, Platón y Aristóteles, aquellos tres grandes hombres de la antigüedad.

 

De manera que no es extraño que Lecky escribiera: "Tres cortos años han hecho más para regenerar y templar a la humanidad que todas las disquisiciones de los filósofos y todas las exhortaciones de los moralistas."

 

La crítica más destructora no ha sido capaz de destronar a Cristo como modelo supremo. Incluso los ateos lo reconocen como el hombre más grande que haya existido.

 

Nadie puede negar que Cristo fue un hombre honrado y serio, pues un mal hombre no pudo haber enseñado tan grandes valores como los que él enseñó; y que un hombre bueno no podía haber engañado a la gente por la cual dio su propia vida. Aunque sí podemos dudar de la exactitud de La Biblia como testimonio de la palabra de Dios, de Cristo, y/o de hechos históricos.

 

Al tiempo de la traducción de la Biblia hecha por Casiodoro de Reina, el año 1578, el más antiguo manuscrito (griego) que se conocía, "El Alejandrino", databa alrededor del año 470. Posteriormente salieron a luz otros dos antiguos manuscritos: "El Sinaítico" (en el monte de Sinaí), escrito más o menos en el año 340; y "El Vaticano", escrito el año 325.

 

Posteriormente se halló en Egipto un manuscrito al que se le llamó "De Freer", escrito aproximadamente el año 330. Finalmente, en adición a 52 manuscritos que contenían grandes porciones del Nuevo Testamento, han sido descubiertos desde 1900 unos ocho, escritos de alrededor del año 240.

 

Muchos dicen que el Nuevo Testamento fue cambiado por Constantino; pero ahora disponemos de manuscritos anteriores en casi 100 años a su época y que comprueban lo contrario. Un sirio de educación griega, llamado Ticiano, escribió la primera "Armonía de los Evangelios," más o menos en 160 de la era cristiana, a la que llamó el "Diatessaron".

 

Durante cientos de años solamente se tuvieron unas pocas citas, pero luego a principios del siglo veinte se halló una traducción completa escrita en arábigo del original siriaco de Taciano. Se ha comprobado, que ya en el año 160 de la era cristiana, estos cuatro evangelios y no otros, aunque escritos en diferentes países, por diferentes personas y en épocas distintas, eran reconocidos como "Escrituras Cristianas".

 

Según esto, es posible que fueran escritos en el tiempo de sus autores (Mateo, Lucas, Pablo, Santiago), antes del año 100 de la era cristiana. Pero no contamos con los originales que tendrían la calidad de instrumento legal.

 

Otros interesantes libros sagrados, de diferentes religiones son: Los Vedas (la más antigua de todas), El Zendavesta (persa), El Corán, El Tripitaka (del budismo) y los escritos de Confucio (el taoismo). No obstante, ninguno de éstos tiene la riqueza y difusión de la Biblia, traducida a 20 veces más idiomas que cualquier otro libro del mundo. Si se apilaran todos los ejemplares de las otras religiones juntas, contrastada con los millones de Biblias, sería tan sólo como un hormiguero comparado con el monte Everest. Sin embargo, nadie puede garantizar, utilizando la metodología de la ciencia, que corresponden a la veracidad.

 

Para Erich Fromm, en su obra "Miedo a la libertad", el mito bíblico de la expulsión del hombre del Paraíso, identifica el comienzo de la libertad humana: El haber comido del árbol prohibido del conocimiento del bien y del mal fue un acto de desobediencia (libre albedrío). Fue el primer acto libre; y parece injusto que se le castigara por ello. Y es todavía más injusto, que por el acto de Adán tengamos que pagar todos sus descendientes, quienes no participamos en dicho acto. Pero en fin, se trata solamente de un mito.

 

También para Erich Fromm, en su obra "Cristo es un mito", explica que durante la vida de Jesús, existía terreno fértil para la aceptación del Cristianismo, ya que surge en un medio lleno de esclavos, quienes llevaban una vida paupérrima, llena de humillaciones. Por aquella época, hubo varias rebeliones que fueron sofocadas. Ante la impotencia físico-militar de lograr su independencia material, optaron por la independencia espiritual: Jesús, que era un humilde igual que ellos, se eleva al nivel de Dios —un modelo de sus aspiraciones—.

 

 Años después, en la época de Constantino, cuando el Cristianismo, que solo era una hermandad, es adoptada por el Gobierno y la convierte en iglesia; el concepto es modificado y Cristo se convierte en "Hijo de Dios". A partir de entonces, la ya conformada y manipulada "Iglesia" formó parte del estado y lo protegió.

 

Diecinueve siglos después, la vida seguía siendo miserable; la humanidad estaba cansada de conformismos y represiones idealistas (premios y castigos religiosos), creándose nuevamente un caldo de cultivo; de tal manera, a los pocos años, luego que Marx escribiera sobre el materialismo dialéctico, dos tercios de la población (URSS, China y otros) vivía bajo el régimen comunista, con un éxito político tan explosivo como el del surgimiento del cristianismo.

 

Definitivamente, existe un fabuloso programa que lo controla todo: la existencia de los astros, de la tierra, de las criaturas vivientes, de la evolución de éstas. No existe nada en el universo que no tenga una razón de ser, incluyendo la libertad del hombre para escoger su destino.

 

¿Quién elaboró el programa?, ¿Qué pretende de nosotros? ¿Cuál es el concepto de continuidad de nuestras vidas? !No lo sé! Pero mientras tanto, trato de ser eficiente siguiendo mis razonamientos.

 

Del Cristianismo se derivaron el Luterismo, el Calvinismo, La iglesia Ortodoxa, la Protestante y varias otras sectas; creo que todas son buenas y no creo como dijo Marx que la Religión sea el opio del pueblo, pero cada vez estoy más lejos de las religiones tradicionales, obsoletas y arcaicas; ahora producto de una apacible y prolongada meditación, estoy casi seguro de la existencia de Dios, sin embargo hago algunas observaciones en los párrafos siguientes:

 

Somos ególatras y amamos a través de nosotros mismos. Cuando sentimos lástima por algún extraño, es porque nos ponemos en su lugar, es decir, sentimos pena por nosotros mismos pero en estado de simulación.

 

Dios sólo está en nuestras mentes cuando conscientemente pensamos en él, pero cuando actuamos normalmente lo hacemos inconscientemente; no, para satisfacerlo a él, sino a nosotros mismos.

 

El hombre sólo siente a través de sí mismo lo que ve, escucha, gusta, toca o piensa. El amor es un sentimiento que tenemos hacia alguien, partiendo de nosotros y teniendo como destino, también, nosotros.

 

A Dios no podemos verlo ni oírlo ni tocarlo; sólo podemos pensar en él en base a la deducción o a una fe religiosa. Lo malo es cuando el hombre adopta ciega y fanáticamente una religión; ello le hace perder el respeto al prójimo, pudiendo en ese trance, llegar al suicidio o asesinato por causa de tal fe. Esto implica creer ciegamente en la religión que nos han enseñado. Por lo tanto, a Dios no le queremos; más bien: ¡le tememos!

 

Las religiones nacieron de la obscuridad de la ignorancia para  explicarse lo no descubierto por la ciencia; por ello, se adoró al sol, a la luna y a muchos ídolos más, creándose también variedad de mitos. Se transmitieron y difundieron de generación en generación con importante deformación.

 

También fueron utilizadas por los jerarcas religiosos para dominar y controlar a las masas, prohibiéndose, incluso, interpretaciones propias (personales) de la religión, es decir, nadie tenía derecho a pensar. También se marginó de la participación cultural a las mujeres, se les negó el derecho de aprender a leer, fomentándose así, el machismo y el autoritarismo. Por ejemplo, la Santa Inquisición martirizaba y mataba, en el nombre de Dios, a quienes pensaban diferente a sus normas; igualmente sucedió en las llamadas guerras Santas.

 

Pero el hombre a sido programado para pensar, y si hay 500 millones de católicos, también hay 500 millones de interpretaciones diferentes de la Biblia. Lo único que podrían lograr las autoridades eclesiásticas es "hacérseles creer" que piensan igual a lo que manda la iglesia, pero en realidad piensan diferente, o no piensan.

 

Sin embargo, poco o nada pueden decir los más grandes científicos de nuestros tiempos respecto a qué sigue después de la muerte. Analizar nuestro origen y destino es un cúmulo de preguntas sin respuestas, pero no se trata de convertir en divino todo aquello que no se entienda.

 

Creo que el hombre no es responsable de nada, porque en parte es un producto genético, y en parte un producto del medio; no tiene ni mérito ni demérito por lo que piense o haga. La bondad y la maldad son parte del programa.

 

Hay que dejar de lado los simbolismos religiosos, los misterios de la vida y los protocolos religiosos. Más importante es enseñar al hombre a actuar, pensar, vivir y morir dignamente.

 

Esto se logra con la lógica y el razonamiento, basándonos en algunas premisas fundamentales de la sociedad:

 

·      "Ojo por ojo, diente por diente" o "Quien a hierro mata a hierro muere". Estas dos significan para un cristiano: no hagas a otro lo que no desees que te hagan a ti.

 

·      "La unión hace la fuerza"

 

Las premisas anteriores son los principios básicos de la sociedad. Estas premisas son más conducentes a una conducta positiva que los diez mandamientos de la ley de Dios, los cuales, en todo caso, requieren de una actualización:

 

Enseñar al hombre con palabra y obra, a convivir respetando al prójimo más que amándolo, y si se le ama, hacerlo responsablemente.

 

A no ser ociosos, ocupándonos menos de lo que tienen los ricos en lugar de producir nuestro propio patrimonio. Es más fácil que un mendigo pase por el ojo de una aguja, que traiga paz a la tierra.

 

Se debe tener criterio propio, basado en la razón y no en la fantasía o la fe ciega.

 

Amarse a sí mismo antes que a todas las cosas. Aunque esto último no es necesario enseñarlo, es parte de nuestra naturaleza; sin autoestima nos quedarían muy pocos valores.

 

Que las intencionalidades y esfuerzos son más importantes que los logros; sin pasión no hay vida; sólo, existencia.

 

Que ser ricos no nos cierra las puertas de ningún cielo, pero sí puede producir envidia, falsos amigos y muchos errores en nuestra conducta.

 

A no tener ambición desmedida; no dejarse crear falsas necesidades, y amar las cosas simples de la vida.

 

En suma: respetar los derechos humanos más que a los diez mandamientos.

 

No necesito creer en Dios para poder tener paz y conducirme correctamente; tampoco puedo negar su existencia. Creo presentirla, pues algo debe explicar nuestra existencia.

 

Más bien pienso que Dios nos necesita, porque somos parte de él.

 

Si queremos democráticamente que cada hombre tenga su propia verdad, que use su cerebro que la naturaleza le ha dado, no debemos fijar en las mente de los niños una sola opinión respecto a la religión.

 

En los primeros años de su vida, el niño aceptará lo que le  diga su padre; pues para éste, su padre es su protector, su maestro, un sabio, Súperman y Dios también.

 

De esta forma, puede entenderse que existan en el mundo zonas con muchísimas generaciones sucesivas de budistas, católicos, protestantes, musulmanes, etc. Igualmente sucede con "El Apra" en el sólido norte, con hinchas del "Alianza Lima" y de "Universitario de Deportes" en el balompié, etc; quienes heredaron de sus padres, su fe, su filosofía, o su afición por determinado equipo.

 

Cuando existe una religión o secta religiosa que agrupa a varios miembros, es que uno de ellos ha convencido a los demás, o sea los ha concientizado en base a proselitismo.

 

Importaría poco si esto se produjera en la mayoría de edad, utilizando como base la razón. Pero no, cuando  se trata de transmitir fe, aceptando conceptos contra la razón o simplemente a ciegas, sin pruebas. Más aún si se trata de interpretaciones de hechos muy antiguos, cuando el hombre era mucho más ignorante que ahora y transmitidas de generación en generación, con las mismas distorsiones que se obtienen en el juego del teléfono malogrado.

 

También creo que todas las religiones en el fondo son lo mismo, unas se han copiado parcialmente de otras, acomodando los cambios a la conveniencia del poder e imponiendo, después de las guerras, la religión de los vencedores sobre la de los vencidos.

 

Todas pueden ser buenas pero también todas pueden ser falsas. Más bien, debe enseñársele al hombre a deducir la existencia de Dios.

 

A continuación algunos pensamientos importantes:

 

LIN YUTANG: "Al fin y al cabo, sólo el que maneja ligeramente sus ideas es dueño de sus ideas, y sólo el que es dueño de sus ideas no se ve esclavizado por ellas."

 

SIR ARTHUR KEITH: "Porque si los hombres creen como yo, que esta tierra es el único cielo, tanto más procurarán hacer un cielo de ella."

 

LIN YUTANG: "Si Dios me quiere tan solo la mitad de lo que me quiere mi madre, no me mandará al infierno".

 

JALIL GIBRAN: "Un hombre no es más que un juguete en manos de un desconocido... "

           

MILAN KUNDERA: "Nacemos sin haberlo pedido, encerrados en un cuerpo que no hemos elegido y destinados a morir... "

                                  

MILAN KUNDERA: "Poseemos como única certeza la sabiduría de lo incierto. El hombre desea un mundo en el cual sea posible distinguir con claridad el bien del mal, porque en él existe el deseo innato e indomable, de juzgar antes que de comprender. En este deseo se han fundado religiones e ideologías... "

                       

JOSÉ GRANEZ: “No hay religión mas elevada que la verdad.”

 

JOSÉ GRANÉZ: “El hombre que cree a ciegas, además de correr el peligro de ser engañado, no cree en realidad en nada”.